Soy el perfecto extraño cuando me exilio. Demasiado bueno pero que a veces se pierde en pensamientos raros. Atormentado con una media sonrisa y una alegría fingida. Arrepentido por haberte entregado mi alma. Ambiguo en ocasiones y con contradicciones básicas en mi personalidad. Con destellos de genialidad impresos en una postal con destino al extranjero. Una virginidad caducada y una musa que... bueno.. me hace escribir esta mierda...
Ahora invito a marcharse a aquellos que se cansan de esperar y buscan el placer carnal, el sexo oral sin ambiciones. Una carrera en busca del amor que se pierde en las pasiones. En el intento de hacer daño. En el principio del materialismo con egoísmo acrecentado. Dejar de pensar con la polla, narcisistas, don juanes y rompe-corazones.
Esta es una pequeña historia hecha con retales de una felicidad que desapareció. Una historia que no saciará vuestras expectativas porque tampoco lo ha hecho con las mías. La verdad de por qué me despierto entre sudor frío en mitad de la noche. La verdad de por qué me escondo de Sofía.